Cuando la Rendición no es Suficientemente Buena

25 Abril 2002

25 de abril, 2002, Mark Weisbrot    En inglés

Cuando la Rendición no es Suficientemente Buena

Por Mark Weisbrot

Knight-Ridder/Tribune Information Services – 22 de abril, 2002
New London Day (New London, CT) – 25 de abril, 2002

Washington, DC – Las dos instituciones financieras más poderosas del mundo, el FMI y el Banco Mundial, recientemente concluyeron su reunión anual de primavera aquí.  Sus oficiales se comprometieron a tales amabilidades como “nueva asociación entre el país desarrollado y los paises en desarollo,” “crecimiento sostenible y reducción de pobreza” y “procesos participatorios.”

Pero miren lo que le están haciendo ellos a Argentina.

El financiero George Soros fue el primero en imprimir que muchos en el mundo financiero sabían acerca de la negligencia en la deuda argentina, en contraste con los prestatarios corporativos, escribe Soros, “los estados soberanos no proveen ninguna seguridad tangible; la única seguridad que el prestamista tiene es el dolor que los prestatarios pueden sufrir por su negligencia.  Es por eso que el Sector Privado ha estado fuertemente opuesto a cualquier medida que pueda reducir el dolor…”  

Los acreedores internacionales de Argentina están determinados a recuperar su “libra de carne.”  En el siglo 19, esto podía ser cumplido con una diplomacia cañonera, ahora el mundo es más civilizado; nosotros tenemos el Fondo Monetario Internacional.

El fondo ha sido negociado con el gobierno de Argentina desde que el Presidente Eduardo Duhalde tomó la oficina en enero.  Eso ha demandado condiciones régidas de austeridad, incluyendo cortes en el gasto público cerca del 4 porciento de la salida de Argentina. Como comparición, imagine cortes en el gasto público en los Estados Unidos por $400 billones en medio de una Gran Depresión actual. 

El gobierno de Argentina se ha rendido ante casí todas las demandas del FMI. Pero al Fondo no le parecerá tomar un sí como respuesta. Y ahora James D. Wolfensohn, Presidente del Banco Mundial, ha indicado que su institución aplazará un préstamo por $700 millones para los desamparados y desempleados de Argentina, lo cual está pendiente de aprobación por parte del FMI.

Roberto Frankel, Director del Banco de la Provincia de Buenos Aires, sospecha que el FMI está castigando a Argentina para desanimar a los otros paises para que no sean negligentes en sus deudas.  “Esto es discutido abiertamente en Círculos Financieros,” él dijo en una conferencia recientemente en Nueva York. “Por supuesto la discusión es hecha porque esto es en beneficio de los paises desarrollados en general. En otras palabras, si Argentina es negligente y no es castigada, entonces los préstamos para los paises que están en desarollo bajarán”.

El fondo recientemente anunció que nada más están dispuestos a prestarle a Argentina el suficiente dinero para asistirle con su deuda con el FMI y otros prestamistas multilaterales como el Banco Mundial.  Esto es lo peor de todo el mundo: Argentina propiciará implementar las condiciones destructivas del Fondo, las cuales prolongarían la depresión; y ellos no recibirán nuevamente dinero para sus dolores.

El mayor impedimento que tiene el FMI es Washington – –  a quién el FMI tiene que responder – – les causa nerviosísmo acerca de causar un derrumbe político en Argentina (el derrumbe económico ya sucedió).  Puede ser un riesgo de repercución para toda Latinoamérica, donde el populismo está haciendo un regreso después de dos décadas en las cuales el ingreso por persona apenas se ha incrementado.  La crueldad de este castigo no será pasada por alto por Latinoamérica, como ha sido en los Estados Unidos. Los Presidentes Fernando Henrique Cardoso de Brazil, y Alejandro Toledo de Perú han criticado publicamente al FMI por su trato a Argentina – – en un inusual rompimiento con el  protocolo por las cabezas de los paises vecinos.

Afuera de los oficiales de Washington, casi toda la gente puede ver la profunda injusticia al culpar a Argentina como el responsable de políticas que fallaron, cuando que era un proyecto en conjunto de FMI y el gobierno de Argentina.

El FMI llenó a Argentina con innumerables deudas impagables, en órden de soportar el dinero en circulación del gobierno – – la tasa de cambio arreglada es de un peso por un dólar  – – eso completamente no funcionó.  Y en el Banco Mundial, por su parte apoyó la privatización del sistema del Seguro Social de Argentina en 1994.  El año pasado, las pérdidas en los ingresos (más los intereses acumulados) fueron tan grandes como el déficit en el presupuesto del gobierno entero, solamente por esa única privatización.

“El FMI principió una serie completa de errores, desde cambios en la política en la tasa de cambio, hasta política fiscal, hasta privatización, eso culminó en desastre en Argentina,” dice el ganador del Premio Nobel, el economista Joseph Stiglitz.  Pero los economistas del Fondo no pueden ver la ironía en castigar millones de pobres y trabajadores Argentinos para forzar una diciplina de mercado, mientras el FMI espera conseguir de regreso todos los dólares que ha prestado – – con interés.


Mark Weisbrot es co-director del Centro de Investigación de la Economía y de Política.

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