Resumen Ejecutivo
Muchos
de los gobiernos de países en vías de desarrollo consideran que
el acceso al mercado estadounidense es un componente importante de
sus estrategias de desarrollo, lo cual explica la búsqueda de
acuerdos comerciales tales como el Área de Libre Comercio de
Centro América o el Área de Libre Comercio de las Américas. Sin
duda, en los últimos años la expansión del
mercado estadounidense ha generado opciones de crecimiento
para algunos países en vías de desarrollo. Durante los últimos
12 años, las importaciones anuales de los EE.UU. han aumentado en
aproximadamente 780 mil millones de dólares (medido en dólares
de 2003).
Es más, como durante este
período el valor real del dólar se apreció en relación a otras
monedas, el incremento del valor de las importaciones
estadounidenses medido en otras monedas puede ser incluso mayor.
En efecto, medido con una canasta ponderada de monedas, el
incremento de las importaciones anuales de los EE.UU. entre 1991 y
2003 sería equivalente a 860.000 millones de dólares (medido en
dólares de 2003).
Sin
embargo, es dudoso que el acceso al mercado estadounidense sea de
mucho beneficio en la
próxima década. Es
imposible que se repita el crecimiento extraordinario de las
importaciones de los EE.UU. de los últimos doce años.
El crecimiento de las importaciones ha resultado en que los
Estados Unidos se convierta en el país con la mayor deuda del
mundo y con un balance negativo de activos que casi con certeza
excederá los 3 billones de dólares para fines de 2003.
En la actualidad el déficit de cuenta corriente esta
creciendo a una tasa anual de más de 540.000 millones de dólares.
Este déficit sólo es sostenible si los EE.UU. pueden
vender a extranjeros activos financieros por ese monto.
Las proyecciones de este trabajo muestran que, a diferencia del crecimiento
extraordinario de la última década, el valor anual de las
importaciones de los Estados Unidos, medido en monedas
alternativas al dólar estadounidense,
seguramente se reducirá en la próxima
década. Si
durante la próxima década los países en vías de desarrollo
quieren incrementar sus exportaciones a los EE.UU., tendrán que
competir con países como México y China que ya tienen una fuerte
inserción en el mercado estadounidense.
En términos netos, no habrá oportunidad de ganar
participación en el mercado estadounidense a expensas de la
producción nacional. Si los países firmasen tratados de libre comercio con
Estados Unidos suponiendo que el crecimiento de las importaciones
de los últimos doce años continuará, seguramente terminarían
seriamente desilusionados.
Cálculo
de las Proyecciones
Es necesario hacer una serie de supuestos sobre el comportamiento de
variables económicas clave para calcular las proyecciones de las
importaciones. Estas
variables son: el crecimiento del endeudamiento externo, el
crecimiento de las exportaciones de los EE.UU., la sensibilidad de
la demanda de importaciones y exportaciones a cambios en los
precios y la respuesta de los precios de las importaciones a
cambios en el valor del dólar.
Estos supuestos se discuten a continuación.
El
supuesto básico para el crecimiento del endeudamiento externo
neto es que se estabilizará en 50 por ciento del PIB para el
2013. Esto implica un
incremento de aproximadamente 23 puntos porcentuales sobre el
nivel de endeudamiento de los EE.UU. a fines de 2003.
Como actualmente el déficit de cuenta corriente es mayor
al 5 por ciento del PIB (esto implica que Estados Unidos esta
endeudándose a una tasa igual al 5 por ciento del PIB cada año),
el supuesto de que la relación deuda-PIB se estabilizará en 50
por ciento del PIB en 2013 implica un ritmo de ajuste
relativamente acelerado. La
relación deuda/PIB podría estabilizarse a un nivel menor, sin
embargo esto seguramente implicaría una aguda recesión para la
economía estadounidense, lo que resultaría en un menor nivel de
importaciones y un menor déficit comercial.
Es difícil de imaginar un escenario en el cual la relación
deuda-PIB no llegue al 50 por ciento en 2013 sin una fuerte recesión.
Es
enteramente posible que la relación deuda-PIB no se haya
estabilizado para el 2013. Esto
significaría que las importaciones en el 2013 serían mayores a
las proyectadas por este trabajo, sin embargo las importaciones
declinarán en algún punto futuro. El incremento de la relación
deuda-PIB implica mayores pagos futuros de dividendos e intereses
a personas que viven fuera de los EE.UU., lo que implica que las
ganancias de las exportaciones deberán ser destinadas al
pago de dividendos e intereses y no la compra de
importaciones.
Las
proyecciones suponen que el retorno real promedio de activos
estadounidenses en manos de extranjeros es de 3,5 por ciento,
rendimiento que es considerablemente mayor al que brindan esos
activos en la actualidad. Hay varias razones para suponer que el
retorno será mayor en el futuro.
Primero, actualmente una gran cantidad de los activos
estadounidenses e manos de extranjeros son reservas oficiales (en
dólares) de los Bancos Centrales.
Dichas reservas son depósitos de corto plazo que ofrecen
tasas de interés muy bajas. Si bien es probable que se siga
manteniendo una suma considerable de dólares como reservas
de corto plazo, es razonable suponer que esta suma
disminuirá en el futuro.
De todos modos, la proporción
de activos estadounidenses que se mantienen como reservas
de corto plazo tenderá a disminuir a medida que aumente en valor
absoluto la tenencia de activos estadounidenses en el exterior.
Segundo, la tasa de interés actual en los Estados Unidos
es extremadamente baja.
Históricamente, los depósitos de corto plazo han
proporcionado retornos reales cercanos al 2 por ciento (comparado
con menos del 1 por ciento actualmente).
El retorno real de bonos del gobierno ha sido en promedio
alrededor del 3 por ciento mientras que los bonos de las
corporaciones han ofrecido retornos reales que en promedio han
sido mayores a los estatales en más de un punto porcentual.
Si el retorno de inversiones en el mercado de valores
permanece en su nivel histórico promedio de 7 por ciento,
entonces una combinación conservadora de activos debería
proporcionar fácilmente una tasa de retorno real de 3,5 por
ciento.
Si
se utiliza una relación de deuda externa/PIB de 50 por ciento y
una tasa de retorno real de activos financieros de 3,5 por ciento,
añadiendo una tasa de crecimiento es posible calcular el nivel de
déficit comercial compatible con una relación de deuda/PIB
estable. Este análisis
supone un crecimiento promedio anual del PIB de 2,5 por ciento a
mediados de la década, cifra un poco mayor al 2 por ciento
proyectado por la Oficina de Presupuesto del Congreso
estadounidense y mucho mayor al 1,8 por ciento proyectado por el
informe de los administradores del Seguro Social. La tasa de crecimiento del 2,5 por ciento implica un déficit
de cuenta corriente de 1,25 por ciento del PIB y
es compatible con
una relación estable de deuda/PIB que a su vez implica un superávit
comercial de 0,5 por ciento del PIB, dados los pagos necesarios de
interés y capital de la deuda.
El
siguiente paso consiste en hacer proyecciones para la evolución
de las exportaciones. El método más simple para realizar esta proyección es
suponer que el crecimiento real de las exportaciones en la década
venidera será igual al de décadas anteriores.
El supuesto central en estas proyecciones es que las
exportaciones reales crecerán a una tasa anual de 2,87 por ciento,
que es el tasa promedio de crecimiento de las exportaciones entre
1960 y 2002.
Esta información sugiere que las exportaciones serán
iguales a 1,35 billones de dólares en el 2013 (medido en dólares
del 2003). Adicionalmente, se usan dos escenarios distintos para
valores altos y bajos de las importaciones los cuales arrojan
resultados de crecimiento de las exportaciones de
3,37 y 2,37 por ciento respectivamente.
Finalmente,
es necesario especificar un proceso de ajuste que permita a la
cuenta corriente alcanzar un nivel sostenible. Esto requiere
supuestos para la sensibilidad de importaciones y exportaciones a
cambios en los precios, y supuestos sobre como cambios en el valor
dólar que se reflejan en los precios de importaciones y
exportaciones. Tanto
para las importaciones como para las exportaciones, el supuesto
central es que las elasticidades de las importaciones y
exportaciones respecto a cambios en el precio es de 2, lo que
implica que un incremento del 10 por ciento en el precio de
importaciones resultaría en una reducción de la demanda del 20
por ciento. En un
escenario alternativo donde el nivel de importaciones es alto se
supone una elasticidad de la demanda de importaciones y
exportaciones de 2,5.
El
supuesto central sobre la sensibilidad de importaciones y
exportaciones a cambios en el valor de la moneda
(conocido como “pass-through”) es de 0,5, lo que
significa que el cambio en precio del producto es la mitad del
cambio en el valor de la moneda.
Por ejemplo, si el dólar cae un 10 por ciento, el precio
de las importaciones se incrementará en un promedio un 5 por
ciento. La otra mitad
del incremento en el costo es absorbida por los exportadores que
ven caer sus utilidades. Escenarios
con alto y bajo nivel de importaciones suponen que la tasa de
“pass-through” es de 0,6 y 0,4 respectivamente.
El
cuadro 1 muestra las proyecciones de importaciones para el 2013 y
la caída del dólar necesaria para que el déficit de cuenta
corriente baje a un nivel sostenible.
Los niveles de importaciones están en dólares y en
valores reales de otras monedas.
Como el valor real del dólar tendrá que bajar para
equilibrar la cuenta corriente, los dólares producto de las
importaciones tendrán un valor considerablemente menor al valor
actual en otras partes del mundo, aún después de ajustados por
la inflación de Estados Unidos.
El cuadro muestra escenarios con niveles de importaciones
bajo, medio y alto.
Cuadro
1
Proyecciones de la importaciones de Estados Unidos en el 2013
(en miles de millones de dólares)
Importaciones
Caída del dólar
Valor en otras
Cambio 2003-13
(Dólares
del 2003)
monedas
Medio
1.779
-22.8%
1.374
-163
Bajo
2.002
-42.0%
1.161
-375
Alto
1.678
-13.8%
1.446
-90
Fuente: Congressional Budget Office, Bureau of
Economic Analysis y cálculos de los autores; ver texto.
Los
tres escenarios muestran que durante la década venidera las
importaciones, medidas en dólares, sólo incrementarán
modestamente de su valor en el segundo trimestre de 2003 (1,45
trillones de dólares). Sin
embargo, como el valor del dólar tendrá que disminuir
considerablemente respecto a su valor actual para bajar el déficit
de cuenta corriente a un nivel sostenible, el valor de las
importaciones de los Estados Unidos medido en términos reales en
otras monedas (la
tercera columna del cuadro 1) disminuirá en los tres escenarios.
Por ejemplo, en el escenario “Medio”, el valor
proyectado de las importaciones en 2013
será 163 mil millones de dólares menor al valor del 2003,
medido en una canasta de monedas extranjeras.
Esto significa que si los países convirtiesen en otra
moneda los ingresos en dólares de sus exportaciones a los Estados
Unidos, el poder de compra del valor de las exportaciones en 2013
será 163 mil millones menor (en dólares del 2003) al las
exportaciones de 2003.
El
hecho de que hasta en el escenario con alto nivel de importaciones
las mismas declinan muestra la imposibilidad de resolver el
problema. El nivel
actual del déficit comercial de los Estados Unidos es claramente
insostenible. El
ajuste demandará una caída considerable en el nivel del
importaciones en un futuro cercano.
Los supuestos más optimistas reducen el nivel de la caída
de las importaciones, sin embargo es imposible construir un
escenario en el cual los EE.UU. puedan mantener su nivel actual de
importaciones. Medido
en términos reales, el crecimiento extraordinario de las
importaciones de los EE.UU. en los últimos doce años claramente
no se repetirá.
Es
importante señalar que las estimaciones en el cuadro 1 en
realidad subestiman la trayectoria negativa del mercado de
importaciones estadounidense desde el punto de vista de los países
en vías de desarrollo. Uno
de los supuestos usados en la construcción de este cuadro es que
caídas en el valor del dólar no se transmiten en su totalidad a
los precios de las exportaciones a los Estados Unidos.
El supuesto central en los escenarios del cuadro 1 es que
los exportadores a los EE.UU. absorben el 50% de una devaluación
del dólar. Este
supuesto implica que la mitad del impacto de una caída
del dólar se refleja en un margen menor de ganancias.
Esto significa que en el escenario con un nivel medio de
importaciones donde el nivel de reducción del dólar es 22,8 por
ciento, la reducción en el margen de las ganancias será de
aproximadamente 11,4 por ciento del precio de los productos. Por
supuesto que no toda la reducción en ganancias será absorbida
por los exportadores, una buena parte será absorbida por los
transportistas, vendedores al por mayor, vendedores al por menor,
y otros intermediarios. Sin embargo, la reducción implícita en el valor del dólar
significa que no sólo disminuirá el valor de las exportaciones
hacia Estados Unidos a lo largo de la próxima década, sino que
también caerán las ganancias por unidad de las mismas.
En resumen, un aumento de la participación de las
exportaciones de los países en vías de desarrollo en el mercado
estadounidense no tendrá mucho valor en la década venidera.
Conclusión
Este
trabajo calcula una serie de proyecciones del nivel de
importaciones de los Estados Unidos para 2013.
Usando supuestos razonables, se demuestra que durante la próxima
década el nivel de importaciones de Estados Unidos disminuirá
medido en monedas extranjeras como el yen o el euro en términos
reales. Las proyecciones muestran
que las importaciones disminuirán aún cuando se utilizan
supuestos optimistas como, por ejemplo, que el crecimiento anual
de las exportaciones estadounidenses serán un punto porcentual más
altas que el promedio de las últimas cuatro décadas (antes de
tomar en cuenta el estimulo a las exportaciones resultante de la
caída en el valor del dólar). Además, es probable que las
disminuciones proyectadas en el valor del dólar reduzcan el
margen de ganancias de los exportadores cuando absorban parte del
efecto en lugar de pasarlo a los precios de las exportaciones a
los Estados Unidos.
El
déficit de cuenta corriente de los Estados Unidos es claramente
insostenible. La consecuencia inevitable es que las importaciones
tendrán que disminuir en un futuro cercano.
A diferencia del gran crecimiento del mercado de
importaciones de los EE.UU. de la última década, durante la próxima
década habrá una importante reducción en el tamaño de dicho
mercado.
Esto significa que los esfuerzos hechos por países en vías
de desarrollo para ganar acceso al mercado estadounidense
probablemente sean en vano, especialmente si estos esfuerzos
incluyen concesiones importantes en áreas como la propiedad
intelectual, inversión y reglas para las compras fiscales.
Salvo para los pocos países que logren desplazar a otros
para incrementar sus exportaciones, cualquier concesión realizada
con el objetivo de ganar acceso al mercado estadounidense resultará
en una perdida neta para los países que las hagan
Este cálculo toma el valor nominal de las importaciones durante el
tercer trimestre de 1991 ($625.300 millones) y los convierte a
dólares de 1993 usando el deflactor del PIB en lugar de usar
el deflactor de las importaciones.
Esto da una mejor medida de lo que un país puede
adquirir con los ingresos de las exportaciones a los Estados
Unidos.
Este cálculo usa un índice amplio y real de la Reserva Federal para
ajustar la apreciación real del dólar en relación a otras
monedas durante un período de doce años.
Este cálculo compara el valor real de las
importaciones en 1991, medido en monedas extranjeras, con el
valor real de las importaciones en 2003, también medido en
monedas extranjeras. La
diferencia entre ambas se convirtió a dólares usando el tipo
de cambio promedio del tercer trimestre de 2003.
El Bureau of Economic Analysis estimó que la posición financiera
internacional neta de los EE.UU. alcanzó un valor negativo de
2,6 billones de dólares
(medido en precios de mercado) al final del 2002
(“U.S. Net International Investment Position at Year end
2002,” Bureau of Economic Analysis, June 2003).
Con un déficit de cuenta corriente que seguramente
excederá los $500.000 millones en 2003, la posición
financiera internacional neta alcanzará un valor negativo de
alrededor de $3 billones.
Si el déficit comercial como porcentaje del PIB se mantiene en el mismo
nivel durante diez años y si la tasa de retorno real promedio
sobre activos extranjeros en los EE.UU. es de 3,5 por ciento,
entonces la relación entre endeudamiento externo y el PIB
excedería el 70 por ciento para fines de 2013.
Una razón para suponer que el monto de reservas en dólares tenderá a
reducirse es que es poco probable que países como China
quieran mantener grandes sumas de dólares indefinidamente con
el objeto de mantener el valor de sus monedas deprimidas. La
segunda razón es que el uso del euro como moneda de reserva
esta creciendo rápidamente.
Tomando en cuenta los actuales planes de expansión de
la Unión Europea, el tamaño de la economía del euro será
considerablemente más grande que la economía de Estados
Unidos en el 2013, especialmente si el Reino Unido adopta el
euro. Esto
incrementaría el valor del euro como moneda de reserva en
relación al dólar.
Históricamente el retorno de activos extranjeros en manos de los
estadounidenses ha sido considerablemente mayor al retorno de
activos de los EE.UU. en manos de extranjeros.
La diferencia en las tasas de retorno ha impuesto límites
al flujo negativo de ingresos, sin embargo, la
diferencia en las tasas de retorno tenderá a tener menos peso
a medida que los activos de los EE.UU. en manos de extranjeros
alcancen niveles que se aproximan al doble de los activos
extranjeros en manos de estadounidenses.
Este cálculo usa el valor nominal de las exportaciones y luego las
deflacta con el deflactor del PIB.
Este método evita algunos de los problemas asociados
con la estimación de
precios de algunas exportaciones como las
computadoras.
Algunas estimaciones del “pass through” son significativamente más
bajas, esto haría que el mercado de importaciones de los
EE.UU. se contraiga aún más de lo estimado en este trabajo.
Ver por ejemplo, Bernake, Ben S., “Monetary Policy
and the Economic Outlook: 2004, p.12, (trabajo presentado ante
el American Economic Association en Enero del 2004).
Este trabajo supone un “pass-through” de 0,3.
Bernake es miembro del directorio
de la Reserva Federal.
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