El "escándalo" generado por los medios debilita la democracia en Ecuador

26 Julio 2007

26 de julio, Mark Weisbrot   En inglés

El “escándalo” generado por los medios debilita la democracia en Ecuador

Por Mark Weisbrot

Guardian.co.uk, 26 de julio 2007 

En inglés  

En su reciente libro, El asalto a la razón (The Assault on Reason), el ex vicepresidente Al Gore describe cómo “el potencial para manipular las opiniones y emociones de las masas, descubierto inicialmente por publicistas comerciales, es ahora explotado aún más agresivamente por una nueva generación de Maquiavelos mediáticos.”  La concentración propietaria de los medios de difusión es de hecho una verdadera amenaza a la democracia, lo cual aprendimos dolorosamente cuando más del 70 por ciento de los estadounidenses fueron convencidos, falsamente, que Saddam Hussein estaba involucrado en los ataques del 11 de septiembre—habilitando así el lanzamiento de una desastrosa e innecesaria guerra en Irak.

El problema es aún peor en América Latina, en donde los monopolizados medios de televisión representan un porcentaje mayor de las noticias que recibe la gente, y son manipulados para fines políticos con aún menos vergüenza.  En Ecuador, el presidente Rafael Correa, un economista con un doctorado de la Universidad de Illinois, fue electo el noviembre pasado con un mandato amplio para implementar reformas económicas y políticas de desarrollo a favor del crecimiento y para combatir la pobreza.  Una de las primeras acciones de su gobierno fue doblar un estipendio (el Bono de Desarrollo Humano) para las madres solteras, los discapacitados y los ancianos pobres.

Aunque Correa postuló sin partido político o candidatos para el Congreso, su mandato fue fuertemente reforzado cuando el gobierno ganó una consulta popular para redactar una nueva constitución, a través de una asamblea constituyente, con un margen de victoria mayor al 82 por ciento.  Así como en muchos otros países de la región, la cual ha sufrido un fracaso económico sin precedentes durante los últimos 25 años, los votantes de Ecuador apoyaron los grandes cambios institucionales y económicos que ellos perciben como necesarios para garantizar los derechos de la mayoría.

Pero el 21 de mayo, los medios televisivos de oposición lanzaron un ataque contra el Ministro de Economía y Finanzas del presidente Correa, Ricardo Patiño.  En un extracto borroso de un video filmado clandestinamente por una cámara oculta, mostraron al ministro reuniéndose el 12 de febrero con dos representantes de una casa de inversiones de Nueva York y también con un ex ministro de economía y finanzas.  Patiño habla de “asustar al mercado,” en lo que parece ser un complot para manipular el mercado de bonos del país.  El extracto, tomado fuera de contexto, fue mostrado repetidamente por días en los noticieros televisivos, editado con imágenes gratuitas y sin relación alguna de personas anónimas contando grandes cantidades de dinero.

Resulta que el video fue autorizado por el mismo Patiño, algo extraño para alguien que se reúne para planear un crimen.  Patiño afirma que el propósito de la reunión era el de investigar la corrupción.  Y, de hecho, el resto del video—el cual no apareció por televisión sino presentado en forma de una trascripción publicada por los periódicos más importantes de Ecuador—respalda su explicación.   Durante el resto de la reunión, Patiño intenta conseguir información sobre actividades corruptas en el pasado—incluyendo pasadas manipulaciones del mercado de bonos.  Él le permite a los otros participantes que presenten y expliquen las posibilidades en detalle, pero nunca comprometiéndose a ningún acuerdo de cualquier tipo—precisamente lo que uno esperaría de una investigación de este tipo.  De hecho, Patiño dice que sería algo incorrecto manipular el mercado.  La reunión termina con uno de los inversionistas declarando que nada sucedería con el pago de la deuda pendiente—el cual se tenía que hacer tres días después de la reunión en el video—pero que podrían pensar en qué hacer para el futuro.

Pero las repetidas imágenes propagandistas de los medios de televisión—jugando con el cinismo de la gente después de décadas de gobiernos corruptos—tuvieron el mayor impacto.  Esto envalentonó a la oposición a que dirigiera acusaciones aún más extremas sobre negocios secretos con bancos extranjeros y a votar para censurar a Patiño en el Congreso—el cual controlan.  Todo esto lo han hecho sin presentar evidencia de que el ministro de economía estaba involucrado en alguna fechoría.

Si todo esto parece tener un tono orwelliano, así es.  Ecuador tiene actualmente el gobierno más honesto que jamás haya tenido—es por eso que ha recibido tanto apoyo desde el principio.  Aun así, la impresión difundida por los medios—en Ecuador y que ahora empieza a difundirse en la prensa internacional—es una de corrupción.

Correa aún conserva su enorme popularidad y ha defendido a Patiño, quien aceptó una nueva posición en el gabinete. El gobierno sobrevivirá este ataque y avanzará con su agenda.  Pero la oposición, liderada por la élite tradicional y los políticos corruptos, utilizara este “escándalo”—con la ayuda de los medios—para socavar al gobierno y las reformas que los votantes han elegido.


Mark Weisbrot es codirector del Centro de Investigación en Economía y Política (Center for Economic and Policy Research – CEPR) en Washington, D.C. 

 

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