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La debilidad de la economía mexicana clave para la elección del domingo, nuevo informe de CEPR


June 28, 2012

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28 de junio de 2012

Posible derrota del PAN por el mal desempeño de la economía

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Washington, D.C.– Un nuevo informe del Centro de Investigación en Economía y Política (CEPR por sus siglas en inglés) echa un vistazo al desempeño de la economía mexicana a lo largo de la última década, incluyendo la recesión y recuperación de 2008-2009. Y llega a la conclusión de que la debilidad económica del país es la razón principal de la posible derrota del gobernante Partido Acción Nacional, PAN.

“La economía de México ha tenido un desempeño lamentable desde el 2000 al igual que sucedió a lo largo de las tres últimas décadas.  Basta cualquier punto de comparación como, por ejemplo, el crecimiento de 1960 a 1980 o el crecimiento del resto de América Latina, cuyo PIB ha crecido al doble de velocidad desde el 2000, para llegar esta conclusión”, dijo Mark Weisbrot, director adjunto de CEPR y principal autor del documento.

El informe revela que tras este fracaso económico récord de 1980 a 2000, la mayor parte de la región votó a favor de gobiernos de izquierda. Sin embargo México se inclinó a la derecha, lo cual parece aportar algunas razones que explican la diferencia.

“Hay bastantes evidencias de que el duopolio mediático de México ejerce una influencia importante sobre el electorado. Esto se confirmó durante la elección de 2006, a pesar de que fue imposible determinar quién recibió la mayoría de los votos en esos comicios”, dijo Weisbrot.

Algunos puntos a resaltar en el informe son:

  • El crecimiento económico de México desde el 2000 no ha mejorado tras el mal desempeño que tuvo a lo largo de las dos décadas anteriores.

  • Del 2000 al 2011 su crecimiento promedio per cápita fue casi igual a la tasa porcentual anual de 0.8 por ciento de 1980 al 2000 y apenas representa una mínima fracción del crecimiento promedio de 3.7 por ciento de la era anterior al 2000.

  • Desde el 2000 la economía de México también tuvo un desempeño malísimo si se le compara con el resto de América Latina. El crecimiento anual de su PIB  per cápita es inferior a la mitad del crecimiento del PIB per cápita del resto de la región.

  • México sufrió la peor baja en la producción de toda América Latina durante la recesión de 2008 a 2009, con un retroceso de 9.4 por ciento en su PIB.

  • La recesión eliminó casi todos los avances alcanzados en la reducción de la pobreza a lo largo de la década pasada.

  • El desempleo no ha podido recuperarse para volver a los niveles que tenía antes de la recesión y además sigue siendo considerablemente más elevado que el nivel de 3.6 por ciento previo a la recesión. Aquí hay que considerar que si estas cifras son pequeñas en términos absolutos, ello obedece a que la tasa oficial de desempleo no captura la magnitud total del desempleo en México.Es por eso que las variaciones en la tasa oficial de desempleo deben verse meramente como un indicador proporcional del deterioro (y/o recuperación) del mercado laboral, y no como una medición del nivel real del desempleo. 

  • El subempleo se disparó a más del doble durante la recesión, pasando del 6.3 al 13.2 por ciento. Además, casi tres años después se ha mantenido a un nivel del 8.3 por ciento.

  • Los salarios reales han perdido terreno, encogiéndose un 3.5 por ciento desde 2006.

  • Los errores de política han contribuido al mal desempeño de la economía mexicana. La política monetaria del Banco de México, el banco central, ha sido demasiado conservadora, pues implementó una política alcista que llevó la tasa de interés a 8.25 por ciento justo antes de la recesión.  El banco central pudo haber evitado algunos incrementos en el desempleo y en la pobreza si tan sólo hubiese bajado más pronto las tasas de interés y las hubiese llevado a un nivel más bajo.

  • La falla del banco central al no combatir más agresivamente la desaceleración para poder garantizar una recuperación más robusta – especialmente en el ámbito del empleo – es atribuible en parte a su régimen de metas inflacionarias que apuntan al 3 por ciento.

  •  El estímulo fiscal, igual que sucedió con la política monetaria, no sólo fue demasiado pequeño sino que además fue demasiado tardío. Y aquí hay que tomar en cuenta que México tiene un nivel relativamente bajo de deuda pública, un 32 por ciento del PIB.  Esto es particularmente cierto en el ámbito de su deuda externa –la mayor limitante – que es de un 10 por ciento. Esto significa entonces que el gobierno tuvo un amplio margen para tomar los préstamos que hubiesen sido necesarios para poder implementar las políticas de estímulos fiscales apropiadas.

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