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Tras cinco años en el Pacto por México, el país todavía sigue “atrapado en una trampa de baja inversión y bajo crecimiento”
26 de junio, 2018
Contacto: Dan Beeton, [email protected]
Washington, DC ? Cinco años después de que los líderes de los partidos políticos más prominentes de México acordaran el “Pacto por México”, la economía mexicana está sumida en una “trampa de baja inversión y bajo crecimiento” y amenazada por la liberalización de los mercados financieros que la hace especialmente vulnerable a los efectos de los aumentos de las tasas de interés de la Reserva Federal de Estados Unidos, así como a las turbulencias mundiales de los mercados financieros.
Estas son algunas de las conclusiones de un nuevo informe de investigación del Centro de Investigación en Economía y Política (CEPR) que se publica justo antes de las elecciones nacionales de México del domingo 1 de julio. El informe “El Pacto por México después de cinco años: ¿cómo le ha ido?” concluye: “el lento crecimiento, la pobreza y la desigualdad persistentes en el país están enraizados en un conjunto de importantes decisiones de política económica que se ha llevado a cabo de manera consistente durante mucho tiempo”.
“Es claro que el Pacto por México ha fracasado en alcanzar los beneficios económicos prometidos”, dijo el codirector de CEPR y autor principal del informe, Mark Weisbrot. “Pero es peor que eso: el Gobierno actual y los legisladores están comprometidos con un conjunto de políticas económicas que han fallado durante décadas y no parece que vayan a tener mayores posibilidades de éxito en el futuro”.
El informe analiza las políticas fiscales y monetarias fuertemente restrictivas, así como la falta de inversión pública, las que son importantes causas del fracaso económico a largo plazo que experimenta México. En el siglo XXI, el crecimiento de México en el ingreso real por persona lo ha colocado en el puesto 18 de 20 países latinoamericanos.
El informe examina el progreso económico de México bajo el Pacto y encuentra “que hay poco o ningún progreso de cara a los objetivos establecidos en el Pacto”. El crecimiento real del PIB promedió sólo 2.4% anual en lugar del objetivo de más del 5% señalado en el Pacto. Si bien el Pacto prometió aumentar la inversión por encima del 25% del PIB, la formación bruta de capital fijo cayó del 22.3% del PIB a 20.5 en 2017. La desigualdad aumentó: con la participación del ingreso del 10% más rico pasando del 34.9% en 2012 al 36.3% en 2016. La participación del 10% más pobre se mantuvo en un escaso 1.8% de los ingresos. Y el número absoluto de personas que viven en la pobreza aumentó levemente, de 53.3 millones en 2012 a 53.4 millones en 2016.
Ya que las estrechas relaciones económicas de México lo han vuelto vulnerable a cualquier desventura económica de EE.UU., el nuevo informe de CEPR señala que incluso sin una recesión estadounidense, las alzas de las tasas de interés de la Reserva Federal pueden tener un impacto severo en la economía mexicana, en caso aleje suficientes flujos de capital. Esto sucedió con la crisis del peso de 1994–95, cuando México perdió el 9.5% de su PIB en una recesión económica desencadenada por el ciclo de alzas de tasas de interés de la Reserva Federal. El informe también señala que la hiperliberalización de los mercados financieros por parte de México lo hizo vulnerable a la reducción gradual de la flexibilización cuantitativa de la Reserva Federal en 2013.
El informe de CEPR remonta el decepcionante progreso económico de México a décadas de decisiones políticas, incluido el TLCAN, el que señala que “ayudó a amarrar un conjunto de políticas económicas inapropiadas que comenzaron en la década de 1980, agregando otras nuevas”.
“México está atrapado en una trampa de baja inversión y bajo crecimiento”, dijo Weisbrot. “Cuando el crecimiento económico repunta aunque sea levemente, el Gobierno se compromete a pagar la deuda pública; y cuando enfrenta los riesgos a la baja, como lo hace hoy, las políticas fiscal y monetaria se vuelven aún más estrictas.
“Es probable que México permanezca estancado en esta trampa hasta que haga las inversiones públicas necesarias en infraestructura, investigación y desarrollo y educación, las que le permitan restablecer un crecimiento económico normal y desarrollo. El próximo Gobierno de México, quien sea que lo dirija, debería considerar un nuevo régimen de políticas”.
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