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Los estadísticos del MIT confirman los hallazgos principales de un análisis previo del CEPR
Washington, DC – Un nuevo estudio, el cual analiza los resultados de las elecciones de octubre en Bolivia, concluye que “no podemos encontrar resultados que conduzcan […] a la misma conclusión de la OEA” respecto a que hubo un cambio “inexplicable” y drástico en la tendencia de la votación. El análisis, realizado por Jack Williams y John Curiel del MIT Election Data and Science Lab, determina: “es muy probable que Morales haya obtenido la ventaja de 10 puntos porcentuales requerida para ganar en primera vuelta las elecciones del 20 de octubre de 2019”. En un artículo publicado en la sección Monkey Cage de The Washington Post, Williams y Curiel escriben: “como especialistas en integridad electoral, encontramos que la evidencia no respalda las denuncias de fraude en las elecciones de octubre en Bolivia”.
El estudio, encomendado por el Centro de Investigación en Economía y Política (CEPR) para verificar de forma independiente los resultados de su estudio de noviembre de 2019, llega a muchas de las mismas conclusiones que el análisis estadístico previo, y replica algunos de sus hallazgos estadísticos más significativos, los que muestran una consistencia en las tendencias de votación a favor de Morales, antes y después de que se detuviera el conteo rápido de votos [TREP]. Los reiterados señalamientos de la Organización de Estados Americanos (OEA) sobre un cambio “inexplicable” en la tendencia del recuento de votos de la TREP fueron la base para que, poco después de las elecciones, hubiera denuncias de fraude.
Pero “los datos contradicen las declaraciones de la OEA de que la detención de la TREP durante las elecciones bolivianas produjo una anomalía en la tendencia de la votación”, concluyen los investigadores del MIT. “Si bien hubo una detención en el recuento rápido, la tendencia sustancial de esos votos posteriores se podía determinar antes de la detención”.
“La OEA parece haber hecho declaraciones sobre los resultados preliminares de las elecciones sin una base real”, dijo Jack Williams, coautor del estudio. “Lo que aparece en los datos es que Morales se dirigía hacia una victoria en primera vuelta antes de la detención del conteo preliminar. Los resultados, una vez reanudado el conteo, se encuentran en línea y muestran la tendencia anterior”.
En la noche de los comicios, la autoridad electoral de Bolivia cerró el procesamiento de las actas en el conteo preliminar [TREP] con el 83.85% de las actas verificadas, con una ventaja para Morales de 7.87 puntos porcentuales sobre el candidato en el segundo lugar, Carlos Mesa. Cuando posteriormente se volvieron a informar los resultados actualizados con más actas verificadas, mostraron a Morales por encima del margen de victoria de 10 puntos porcentuales, convirtiéndolo en vencedor en primera vuelta.
Pero, contrariamente a las declaraciones de la OEA que alimentaron el rechazo de la oposición a los resultados electorales y las protestas violentas, este análisis muestra que los resultados de los comicios son completamente consistentes, y que no hubo un “cambio inexplicable en la tendencia” en el conteo rápido, como ha afirmado la OEA.
“La OEA engañó profundamente a los medios de comunicación y al público sobre lo que sucedió en las elecciones de Bolivia, y ayudó a fomentar una gran desconfianza en el proceso y los resultados electorales”, dijo el codirector del CEPR, Mark Weisbrot. “Este importante análisis de los investigadores electorales del MIT es el más reciente en demostrar que las declaraciones de la OEA no tenían sustento, y que poniendo en práctica un poco de aritmética puede verificarse que no existe evidencia de fraude o irregularidades que hayan afectado los resultados preliminares, o los resultados oficiales― que son los que realmente importan. La OEA necesita explicar por qué hizo estas declaraciones y por qué alguien debería confiar en esta organización cuando de elecciones se trata”.
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