•Press Release IMF
Washington, DC — Países de todo el mundo han estado utilizando nuevos activos de reserva del Fondo Monetario Internacional (FMI) desde agosto, demostrando que dichos recursos urgían y que se necesitan muchos más, según concluye un nuevo informe de investigación del Centro de Investigación en Economía y Política (CEPR, por sus siglas en inglés). El informe, “Derechos especiales de giro: La herramienta correcta a utilizar en respuesta a la pandemia y a otros desafíos”, de Kevin Cashman, Andrés Arauz y Lara Merling, analiza cómo los países de ingresos bajos y medios han utilizado sus respectivas asignaciones, como parte de los $650 mil millones de derechos especiales de giro (DEG) que el FMI distribuyó el 23 de agosto de 2021. Este informe, cuyo resumen ejecutivo acaba de ser traducido al español [link], se publicó poco tiempo después de que el FMI recortó sus proyecciones de crecimiento para la economía global, debido en parte a la convulsión económica provocada por la invasión rusa a Ucrania como por la pandemia en curso.
“El mundo está todavía en el medio de una incertidumbre económica histórica y una recuperación desigual. Este informe muestra que la emisión de DEG de 2021 sirvió como una red de contención para muchos países de ingresos bajos y medios y que es, de lejos, la manera más sustancial de ayudar. Las emisiones adicionales tienen el potencial de proveer financiamiento climático y, en el corto plazo, pueden ayudar a estos países a combatir la hambruna mientras sortean la subida de precios de los alimentos provocada en parte por la guerra en Ucrania, así como los efectos de la pandemia, los aumentos de las tasas de interés y otros factores”, dice el coautor del informe y economista Andrés Arauz.
Tras analizar los datos desde el 23 de agosto de 2021 hasta el 31 de marzo de 2022, los autores hallaron que:
La emisión fue también especialmente importante para África y países de ingresos bajos. Casi todos los países del África subsahariana, 41 de los 45, utilizaron sus recientes asignaciones de DEG de alguna manera. Muchos países utilizaron los DEG para abordar directamente los efectos de la pandemia, tales como la compra de vacunas, inversiones para reactivación económica y apoyo para programas sociales.
El informe muestra que los gobiernos no reconocidos por el FMI, y los países con bancos centrales sancionados, no han podido utilizar los DEG. Si bien los autores no avalan los regímenes de sanciones, demuestran que el sistema de DEG cumple con los mismos, y que la insinuación de que los DEG podrían ser usados por países sancionados no tiene fundamento y no es una justificación válida para bloquear nuevas emisiones de estos recursos que tan desesperadamente necesitan los países en vías de desarrollo.
“La emisión de derechos especiales de giro de 2021 fue, por lejos, la más grande en la historia del FMI y aunque la suma de $650 mil millones fue una cifra mucho más baja que la aprobada por la Cámara de Representantes de EE. UU., aun así es de un tamaño sin precedentes”, dijo Cashman. “El hecho de que tantos países hayan rápidamente aprovechado los DEG muestra cuán grave ha sido la caída económica y por qué se necesitan más DEG. La administración Biden debería usar su influencia para lograr una nueva asignación que exceda la del año pasado, para poder salvar vidas y acortar y reducir la gravedad de una nueva recesión global”.
###