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Los avances del período 2007-2017 se han borrado a medida que se han disparado la pobreza, la desigualdad y la delincuencia
Washington, DC – Un nuevo informe del Centro de Investigación en Economía y Política examina los principales indicadores de la economía de Ecuador y encuentra que los avances significativos alcanzados durante el período 2007-2017 han sido borrados por gobiernos posteriores que regresaron al Fondo Monetario Internacional y recortaron el gasto. Como resultado, la pobreza y la desigualdad económica han aumentado, al igual que la delincuencia, la inseguridad y el deterioro de la salud pública.
“Los datos no dejan lugar a duda: las cosas han empeorado mucho en Ecuador desde 2017, con el regreso al FMI y a una austeridad destructiva”, dijo el codirector del CEPR, Mark Weisbrot. “En el período 2007-2017, Ecuador experimentó un progreso económico y social notable, que fue aún más impresionante considerando que la economía ecuatoriana enfrentó importantes choques externos, incluida la recesión mundial de 2009 y dos colapsos de los precios del petróleo”.
El informe “Ecuador: Una década de progreso, desandada”, de Jake Johnston e Ivana Vasic-Lalovic, que se publicó por primera vez en inglés en agosto, compara el período 2007-2017, cuando Rafael Correa era presidente, con la era post-Correa de Lenín Moreno y el actual presidente Guillermo Lasso. Este informe encuentra que de 2007 a 2017:
Pero desde 2017:
Si bien se debe tomar en cuenta los impactos negativos de la pandemia de COVID-19, se debe recalcar que el gobierno ecuatoriano estuvo particularmente mal equipado para enfrentar la pandemia tras despedir a 3.680 trabajadores del sistema de salud pública y desmantelar muchas reformas institucionales del gobierno anterior. A principios de 2020, Ecuador se convirtió en un foco mundial del brote, con una de las tasas de mortalidad per cápita más altas del mundo.
El documento señala que los éxitos del período 2007-2017 no fueron impulsados simplemente por un “auge del precio de las materias primas”, sino por decisiones políticas y reformas deliberadas que el gobierno de Correa implementó, incluido el fin de la autonomía del Banco Central, el incumplimiento de pagos de deudas ilegítimas, la imposición de impuestos sobre la salida de divisas del país, una política fiscal anticíclica y, en respuesta a una caída del precio del petróleo, aranceles implementados en virtud de las normas de salvaguardia de emergencia de la balanza de pagos de la OMC.
“La experiencia de Ecuador entre 2007 y 2017 mostró que incluso un país en vía de desarrollo de renta media baja y relativamente pequeño está menos restringido en sus decisiones políticas por la ‘globalización’ de lo que comúnmente se cree, y puede lograr mejoras notables en los niveles de vida de su población si adopta políticas económicas sólidas e independientes”, dijo Weisbrot. “Pero el regreso de Ecuador al FMI y una serie de políticas económicas contraproducentes demostró cuán rápidamente estos logros pueden erosionarse, hasta el punto en que la pobreza ha aumentado sustancialmente, los ecuatorianos han perdido la confianza en sus líderes, la gente está harta del crimen y la inseguridad está fuera de control”.